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Arquitectos: AMOO
- Área: 60 m²
- Año: 2021
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: FLOS, AutoDesk, Franke, ICONICO, JUNG, Osram, Roca
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se sitúa en la planta primera de un edificio construido en 1925 en el barrio de la Nova Esquerra de l’Eixample de Barcelona. El edificio tiene 4 puertas por rellano, convirtiendo la tipología de vivienda pasante típica de l’Eixample en medios pisos.
La estructura de la vivienda es de muros de carga y se distribuye en torno a dos patios, con tabiques que dejan pasillo a un lado y pequeñas habitaciones en el otro. Se accede por un extremo y su fachada principal da al patio interior de manzana, donde el comedor se ha apropiado de la antigua galería, con orientación noreste. La superficie total es de 60,48m².
El proyecto tiene como objetivo desdibujar el pasillo, procurando conseguir un plano reconocible pero a la vez permeable; se buscan también múltiples visuales cruzadas que ensanchen la sensación de profundidad del piso.
Se plantea un apeo en el muro de carga que vincula el estar con la nueva cocina, y se derriban el resto de tabiques. Una nueva franja funcional y de servicio, de color verde, relacionará el piso de extremo a extremo: comenzará siendo un mueble recibidor con contadores y armarios, contendrá las dos puertas de acceso a la habitación principal y el baño, y quedará totalmente abierta hacia la cocina, definiéndose sólo por el ámbito de la nevera, un estante superior y el volumen bajo de la barra, favoreciendo el uso del pasillo como espacio de cocina. Superado el muro de carga, la franja verde divide cromáticamente el ámbito entre el estar y el comedor, contiene elementos de instalaciones y asume irregularidades preexistentes en la estructura principal del piso. La galería queda libre como espacio integrado, e incorpora el pequeño balcón corrido con una gran balconera corredera de seis hojas.
Otra estrategia favorece las intenciones iniciales: en lugar de cerrar el lavabo con dos tabiques a toda la altura, se dejan dos aberturas vidriadas. La primera, lo relaciona con la habitación; la segunda, con la cocina. Así se percibe toda la profundidad y se aprovecha la luz de las dos ventanas del baño para eliminar definitivamente la percepción del pasillo como un elemento oscuro y aislado.
El resto de espacios del piso se definen por muebles a medida adaptados a los usos, categoría en la que destaca el deseo ancestral de hogar, por parte del cliente, presidiendo el comedor. Este requerimiento se materializa en un mueble armario con un nicho bajo revestido de mármol que aparenta ser chimenea, ante la imposibilidad de conseguir una extracción normativa. En su remate superior, un troquelado a modo de cenefa clásica esconde la bomba de calor, convirtiendo un mueble auxiliar y marginal en la imagen del confort doméstico, simbólicamente y en la práctica.
El formalismo de la cornisa se extrapola de forma alegórica en varios elementos y se trabaja en la manipulación de su uso para restablecer, en parte y de manera referencial, la amputación de detalles originales realizada en alguna reforma previa de la vivienda.